Carlos Álvarez Saá se enfrascó en una tarea larga, difícil y osada, al tomar la defensa de la heroína quiteña Manuela Sáenz. Ardua y complicada labor , puesto que se conocía muy poco del personaje, alrededor del cual se han tejido toda clase de infundios.
La información escasa, ambigua y tendenciosa que sobre el tema se halla disponible, le ayudó muy poco al autor, obligándole a hurgar por su cuenta en los laberintos del tiempo, para encontrarse con la casualidad y con el encanto de lo desconocido. Uno a uno fueron llegando a sus manos inapreciables documentos, que parecían buscarlo como su divulgador. ¿O quizá era el espíritu de Manuela, que esperaba que la reivindicaran, asignándole el sitio que la historia oficial le había negado?
Lugares de venta: Museo Manuela Sáenz.
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